Los diseñadores gráficos suelen enfrentarse a una verdadera pesadilla: los errores tipográficos. Estos errores comprometen la legibilidad del texto y afectan la calidad general del producto final destinado a la impresión. En este artículo se examinarán los errores de tipografía más frecuentes que suelen cometer los diseñadores gráficos, y se proporcionarán algunos consejos para evitarlos.
Demasiado Interlineado
El interlineado (también conocido como leading) es esencial para dar ritmo a la lectura en un texto. Sin embargo, el interlineado insuficiente o excesivo puede dificultar la legibilidad del mismo. En el primer caso, las líneas estarán demasiado juntas, mientras que en el segundo, estarán demasiado separadas.
Además, es importante tener en cuenta el espacio entre los párrafos y ajustarlo de manera que sea mayor que el interlineado para evitar la creación de bloques de texto. Por último, el espacio entre un título y el texto que lo sigue debe ser mayor que el espacio entre las líneas, pero menor que el espacio entre párrafos para permitir una clara distinción entre los distintos bloques de texto.
Ajuste de espaciado insuficiente o Excesivo
El espaciado entre palabras puede ser inadecuado si no se ajusta correctamente. El término «tracking» se refiere al espacio entre letras y palabras, que puede ser reducido o aumentado dependiendo del tipo y tamaño de fuente, así como del espacio disponible para un bloque de texto. Si el espaciado es excesivo, se crean brechas antiestéticas entre las letras, lo que resulta en un texto incoherente e ilegible. De manera similar, si los caracteres están muy cerca entre sí, esto dificulta la lectura y da un efecto desagradable de amontonamiento gráfico.
En general, se recomienda aumentar el tracking solo en el caso de fuentes en mayúsculas de tamaño medio para evitar que las letras se dispersen en un espacio demasiado grande. Sin embargo, si la fuente utilizada es muy pequeña, ampliar ligeramente el tracking puede facilitar la comprensión del texto. También se puede ajustar el espaciado para corregir las viudas, que son las palabras que comienzan una nueva línea y aparecen solas en ella. Este ajuste es útil para mejorar la legibilidad y el aspecto estético del texto.
Alineación completa del texto
A pesar de que la alineación justificada da una apariencia de orden y limpieza gráfica, en realidad puede afectar negativamente la legibilidad al modificar el espaciado entre palabras. Por otro lado, la alineación a la izquierda permite mantener un espaciado uniforme y facilita la lectura. En algunos casos, se puede usar la alineación centrada o en bloque con precaución para enfatizar ciertas partes del texto. Sin embargo, se debe tener cuidado al hacerlo para no comprometer la legibilidad del texto.
Bajo contraste visual
Cuando el color de fondo y el color de la fuente, o el texto superpuesto en una imagen semitransparente, tienen un contraste insuficiente, puede causar fatiga visual y hacer que sea difícil de leer. Por lo general, se recomienda elegir un tono claro para el fondo y uno más oscuro para la fuente para asegurar un buen contraste, aunque en algunos casos también es posible utilizar tonos oscuros para el fondo con caracteres blancos. En cualquier caso, es importante elegir una combinación de colores que permita una lectura cómoda y sin esfuerzo para el usuario.
Abundancia de variedad tipográfica
Combinar demasiados tipos de letra en un diseño puede crear una apariencia caótica y poco profesional, además de resultar molesto para el lector. Es recomendable elegir un máximo de 2 o 3 fuentes que estén en armonía entre sí para los diferentes elementos textuales, como títulos, subtítulos y cuerpo del texto. De esta forma, se logra una mayor coherencia en el diseño y se facilita la lectura al usuario. Es importante mantener la simplicidad en la elección de fuentes para lograr un diseño más efectivo y profesional.
Formato inadecuado
El uso inadecuado de mayúsculas, cursivas y negritas puede hacer que la escritura parezca desordenada y ralentizar la lectura. Aquí hay algunas pautas para utilizar correctamente el formato:
- Las mayúsculas solo deben usarse para títulos y no para enfatizar ciertas palabras, evitando así el efecto de que se esté gritando al lector.
- En general, la cursiva se emplea para títulos de obras o términos extranjeros.
- La negrita es útil para enfatizar palabras sueltas y oraciones cortas. Sin embargo, usarla para párrafos enteros sobrecarga el texto y anula su función, que es precisamente resaltar algunos términos.
Al seguir estas pautas, se logra un texto más claro y fácil de leer para el lector.
Caracteres ilegibles
Terminamos este repaso de errores tipográficos con un descuido que puede parecer insignificante, pero que se encuentra con frecuencia en muchos materiales impresos: el uso de fuentes de tamaño demasiado pequeño. Es importante recordar que el tamaño de los caracteres debe evaluarse en función de varios factores, como el tipo de fuente, el elemento textual, el interlineado y el espacio disponible en la página.
- Tipo de fuente: las fuentes sans serif (sin remates) suelen ser más legibles que las fuentes serif (con remates).
- Elemento textual: el tamaño de letra debe seguir el orden jerárquico del contenido, de modo que los títulos y subtítulos sean más grandes que el cuerpo del texto.
- Interlineado: si el interlineado es más estrecho, el tamaño de la fuente debe permitir una lectura fácil y rápida. Si el espacio entre líneas es más ancho, la fuente se puede hacer un poco más pequeña sin comprometer la legibilidad.
Espacio disponible: ajustar el tamaño de la fuente y equilibrar el tracking y el interlineado permitirá una distribución armoniosa del texto en la página.
Aunque esta lista no es exhaustiva, prestar atención a estos aspectos reducirá las posibilidades de cometer errores que puedan comprometer la calidad del proyecto gráfico.